sábado, 29 de noviembre de 2014

Parabola Sobre los Talentos





Parabola sobre los Talentos 
Confusiones sobre la relación con Dios y el Dinero:

Esto es parte de un libro 
La historia del hombre rico y sus tres sirvientes, conocida como la parábola de los talentos, que aparece en el evangelio de Mateo. Antes de salir de viaje, el hombre rico dio a sus siervos dinero (talentos). A uno le dio cinco talentos, a otro dos y al tercero uno.
El siervo que recibió cinco talentos inmediatamente se puso a negociar con ellos y ganó otros cinco; el que recibió dos talentos ganó dos más y el que recibió uno, cavó un hoyo en el suelo y lo enterró.
Al regresar del viaje, el hombre rico dijo a los siervos que había duplicado su dinero: “Bien hecho, siervo bueno y fiel. En lo poco me has sido fiel, al frente de lo mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor”.
En esta parte de la historia, el ministro joven dijo:
Fíjense en las palabras “entra en el gozo de tu señor”. ¿Qué creen que signifiquen? Varios aventuramos respuestas hasta que una joven dijo:
Nuestro señor quiere que seamos ricos. ¿A nuestro señor le alegra que seamos ricos, cuando compartimos en este mundo de abundancia?
El joven ministro sonrió pero no respondió, y dijo:
Permítanme leerles lo que dijo el siervo que enterró su talento.
Diciendo esto, puso a un lado la guitarra, abrió su Biblia y leyó la respuesta del siervo:
“Señor, sé que eres un hombre duro, que cosechas donde no sembraste y recoges donde no esparciste. Por eso me dio miedo, y fui y escondí en tierra tu talento. Mira, aquí tienes lo que es tuyo”.
El joven ministro alzó la vista para ver si seguíamos escuchando y dijo:
El siervo afirmó que su señor era un hombre duro y que por eso no hizo nada.
¿Quieres decir que culpó a su señor? – pregunto la misma joven.
El joven ministro de nuevo sonrió y leyó la respuesta del señor: “Siervo malo y perezoso”.
¿El señor lo llamó malo y perezoso? – Preguntó otro de los que estaban alrededor del fuego - ¿Por qué no multiplico su dinero? ¿Quieres decir que lo llamó malo y perezoso por que no multiplico su dinero?
El joven ministro sólo sonrió y continuó leyendo: “Sabías que yo cosecho donde no sembré y recojo donde no esparcí; debías, pues, haber entregado mi dinero a los banqueros, y así al volver yo, habría cobrado lo mío con los intereses. Quitadle, por tanto, su talento y dádselo al que tiene los diez talentos”.
Entonces, ¿el señor recompensó al siervo que ganó más dinero? – dije yo.
¿Acaso es eso lo que entiendes? – preguntó el joven ministro.
Eso me parece – dije-. ¿Eso significa que mientras más dinero gane, más recibiré?
El ministro joven sólo sonrió y rasgueó su guitarra suavemente.
¿El señor de esta historia es Dios – preguntó otra joven-,  y nosotros los siervos?
¿Dios recompensa más a los ricos que a los pobres? – preguntó otro más.
Si Dios es el señor de esta historia, ¿Dios recompensa al rico y castiga al pobre?
Preguntó el joven que estaba sentado a mi lado.
Para entonces, el ministro mayor movía la cabeza de un lado a otro preguntándose cuándo terminaría aquella conversación. El ministro joven sólo rasgueaba su guitarra, dejando que nuestros pensamientos se arremolinaran en nuestras cabezas, permitiéndonos decidir acerca de la enseñanza de la parábola. Finalmente, mientras el fuego crepitaba y el humo se dispersaba en la noche, preguntó:
¿Qué nps dice esto sobre quienes tienen dinero y sobre quienes no lo tienen?
¿Qué quienes no tienen dinero son flojos? -  pregunto un joven sentado frente a mí, al otro lado de la fogata- ¿O que quienes no tienen dinero son malos?
No, eso no significa – dijo alguien más- . Eso sería demasiado cruel. El mundo está lleno de personas pobres.
Pero, ¿qué hay de las palabras “entra en el gozo de tu señor ”?¿No significa eso que la riqueza da felicidad?
No, eso no significa – gritó otro joven campista-. Mis padres dicen que los ricos no son felices, que sólo los pobres y los buenos pueden ir al Cielo. Dicen que el amor al dinero es el origen de todos los males.
Muy bien , muy bien –dijo el ministro joven para calmar la discusión que empezaba a caldearse-. Dejenme terminar la lectura.
Dejando su guitarra a un lado, terminó la lectura: “Porque a todo el que tiene, se le dará y le sobrará; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará.”
El fuego crepitaba en el silencio. Nadie dijo nada. Ambos ministros, el joven y el mayor permanecieron callados.
¿Eso significa que los ricos serán más ricos y los pobres más pobres? –preguntó una joven.
Ninguno de los ministros habló.
Eso sería injusto –dijo otra persona-. Es terrible decir que “a todo el que tiene, se le dará y le sobrará; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará.”
¿Esto significa que los perezosos son malos? –preguntó una voz suave desde la oscuridad-. ¿Por eso aun lo que tiene se le quitará?
La conversación alrededor de la fogata continuó hasta que el fuego se consumió. Vertiendo agua sobre los carbones; el mismo joven dijo: “Hora de acostarse. Todas deben hallar sus propias conclusiones acerca de la parábola…..

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